Para responder a ésta pregunta habría que retroceder muchísimos lustros. La información ha estado siempre ahí, y por consiguiente era cuestión de tiempo que alguien se decidiera a recopilarla y analizarla. Con éste objetivo nacen precisamente los profesionales de la información y documentación. Desde la Biblioteca de Alejandría hasta las Redes Sociales hoy día, la necesidad de información por parte del hombre es patente y vital.
Se ha trabajado con técnicas como la "cadena documental", que recoje todo el proceso existente desde la búsqueda y recolección de información, pasando por el tratamiento efectuado para su posterior consulta, préstamo o publicación.
Pero con la explosión de las nuevas tecnologías y su imparable evolución, el profesional de la información debe estar más preparado que nunca. Hay que ofrecer nuevos productos que el usuario no pueda adquirir por él mismo. Dar importancia a la rapidez, a la fluidez y a la sencillez. Abarcar más terreno y mejor. Llegar más allá y controlar todas las fuentes con cirujana precisión.
La evolución social y comunicativa no va a parar, así que los profesionales de la información y la documentación deberán avanzar aún más rápido.
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